SÉPTIMA TEMPORADA


SEGUNDO CAPÍTULO


GENERAL JOSÉ DEL CARMEN MARÍN ARISTA
“Las ideas se exponen, no se imponen”.

JOSÉ DEL CARMEN MARÍN ARISTA.

Hola. Te saluda Luis Enrique Cam

El ejército peruano a lo largo de su historia ha tenido en sus filas a ilustres oficiales que han destacado por sus valores y virtudes puestas a prueba en situaciones extremas.

Tanto en tiempos de paz como en tiempos de guerra el Ejército ha sido forjado por el esfuerzo, la sangre y la vida de sus más comprometidos integrantes.

Sin embargo, hay algunos que, por sus talentos, ejemplo de vida y las circunstancias que el destino les reservó, se han convertido en paradigmas, no solo en el campo militar sino también como referentes de vida íntegra, de amor al país y de trabajo por su desarrollo y progreso. Uno de ellos, es el General de División José del Carmen Marín Arista.

Sabio matemático, brillante oficial, estratega militar, humanista, excelente educador, Marín Arista, es uno de los pensadores más importantes que ha tenido el país, adelantado a su época, propuso una doctrina basada en la realidad nacional, el bienestar humano y la defensa nacional.

De cuna humilde nació en el caserío El Quillo, en el valle de Huayllabamba, en la región de Amazonas el 2 de marzo de 1899. Fue el primer hijo de Marcelino Marín Camacho y de Abela Arista Torres.

TÍO: - ¿Cómo está mi sobrino Pepito? Ya cumplió un año el que parecía que no sobreviviría más que un día

ABELA: - Está sano felizmente.

TÍO: - Se nota que yo lo bauticé…

ABELA: - Este niño se adelantó dos meses a su parto, por eso nació muy débil.

TÍO: - Tenía prisa por venir. Para una misión grande lo habrá preservado Dios a este niño, hermana. ¿Y dónde está Marcelino?

ABELA: - Fue al pueblo a vender los últimos muebles que nos quedan. Nos mudamos a Iquitos. Dicen que allí hay bastante trabajo. En este lugar las cosas no dan para más.

TÍO: - ¿A Iquitos? ¿Tan lejos? Es casi una semana de viaje en río a esa ciudad…

ABELA: - Sí, aunque realmente es adentro, en la selva. Están contratando peones para la extracción del caucho.

TÍO: - ¿Piensas llevar a Pepito al medio de la selva Abela? ¿Qué les pasa por la cabeza? ¡Este niño no se va! ¿Cómo lo van a llevar a esa aventura? Es muy peligroso, el calor, los insectos, las enfermedades, allí no encontrarás a un médico en 300 km.

ABELA: - ¿Tan peligroso es hermano?

Sus jóvenes padres dejaron a Pepito a cargo de su tío sacerdote, el padre Esteban Arista Torres y de sus abuelos maternos: Isaac Arista y Leona Torres. José del Carmen no volvería a ver a sus padres y hermanos hasta la edad de 28 años.

Marín Arista recibió así una educación cristiana y de valores desde niño. La instrucción primaria la recibió en la escuela parroquial de Santa Rosa, en su pueblo natal. A los 7 años se trasladó a Chachapoyas siguiendo los encargos pastorales de su tío quien había estudiado filosofía y teología en Roma.

El primero y segundo de secundaria lo haría en el seminario de San Francisco donde enseña Matemática e Historia a los más pequeños. Ayuda a su tío como sacristán en la Parroquia de La Merced. Termina la secundaria en el colegio San Ramón de Cajamarca cuando muere el Padre Esteban Arista inesperadamente.

Pensó en viajar a Iquitos en búsqueda de sus padres, pero se traslada a Lima a instancias de su tía María Paz Arista. En la capital se emplea como tipógrafo en la imprenta “San Marti” gracias a su buen desempeño logra ser promovido, lo que le permitió, a sus 17 años, obtener un sueldo superior a lo que recibía un capitán del Ejército.

Presentador: - “Desfilando por el estrado de honor, los cadetes de la División Superior de la Escuela Militar…”

Marín – “¡Hey, hey, ahí está Jesús Puente! fue mi compañero en el colegio San Ramón de Cajamarca”

Tía - ¿Jesús Puente? ¿Dónde?

Marín: - Sí, el que lleva el estandarte

Tía: - Pues, si lleva el estandarte es porque será el primero de su promoción.

Marín: - ¿Jesús Puente el primero de su promoción?

Tía: - Al primero de la promoción le dan la espada de honor cuando se gradúa.

Marín: - Yo también quiero ser espada de honor.

A la edad de 17 años José del Carmen Marín ingresa al Ejército como soldado a la Escuela de Clases para pasar al siguiente año como Cadete de la Escuela Militar de Chorrillos. Inicia así una carrera excepcional graduándose con la Espada de Honor y ascendiendo a cada grado superior en el primer puesto.

Instructor en la Escuela Militar hizo estudios en la Facultad de Ciencias Matemáticas de la Universidad Mayor de San Marcos. Como Teniente de Infantería es enviado de misión de Estudios a la Escuela Militar y de Aplicación de Ingeniería en Versalles, Francia.

Teniente: - Teniente Marín, acabo de revisar las notas de su primer año de estudios. Noto que le va muy bien en las materias que requieren memoria como Fortificación, Historia o Geografía, pero le va muy mal en Ciencias Aplicadas… ¿cómo estudia usted?

Marín: - Mi teniente instructor. Yo leo el libro del prólogo al índice el número de veces necesario para mi memoria…

Teniente: - Teniente Marín, para estudiar usted debe tomar apuntes de lo principal y captar el sentido del texto para aplicarlo en la resolución de problemas. Vamos a practicar con este libro de Fortificaciones…

Marín: - Comprendido mi teniente.

Acostumbrado a recibir una instrucción memorística, este hecho marcó la vida académica de Marín Arista y de su futura propuesta educativa en la formación de los oficiales del Ejército del Perú.

Con esta nueva técnica de estudio se graduó en Versalles en el segundo puesto, a siete centésimos del primero, entre más de 300 oficiales de distintas nacionalidades. De regreso a Lima en diciembre de 1927 se reclasifica en el Arma de Ingeniería y asciende al grado de Capitán. Al año siguiente funda la primera unidad de Transmisiones germen de la futura Arma de Comunicaciones. En enero de 1930 se casa con la ciudadana alemana Erna Zimmermann. El nuevo matrimonio tuvo una sola hija de nombre Sonja Abela.

Con el grado de Mayor egresó en el primer puesto, con el premio Espada España, de la Escuela Superior de Guerra en la que se quedó como profesor. Ascendido al grado de Teniente Coronel en 1937, fue enviado nuevamente en misión de Estudios por dos años a la Escuela Superior de Guerra de París, en la que obtuvo el diploma de Estado Mayor. En ese momento, Europa entraba en los terribles largos años de la Segunda Guerra Mundial.

De regreso al Perú, es destinado como jefe de la Tercera Sección de Operaciones del Estado Mayor General del Ejército, unidad encargada del planeamiento de las Fuerzas Terrestres en la guerra de 1941 con el Ecuador. Esta designación es una muestra de la gran confianza del Alto Mando por Marín Arista ya que este cargo correspondía a un oficial de uno o dos grados superiores.

Días previos al combate, el comandante Marín encuentra debilidades en el Plan de Operaciones peruano. Lo hace saber de inmediato a sus superiores quienes reciben sus sugerencias con fastidio. Se produjo una discrepancia irreconciliable. Marín es separado del teatro de operaciones y llamado a Lima por orden expresa del presidente Manuel Prado. El comandante Marín es trasladado a Palacio de Gobierno en calidad de incomunicado.

Marín: - Señor presidente.

Presidente: - Comandante Marín, he recibido la información de sus superiores que usted está quebrando la moral de la oficialidad y del personal subalterno.

Marín: - Señor Presidente. He dado mi parecer de acuerdo a mis conocimientos y a mi conciencia. Si se sigue el plan original la derrota es segura.

Presidente: - Se atiene a una sanción, comandante Marín

Marín: - Me allano a cualquier castigo o incluso a mi baja, señor presidente.

Presidente: - ¿Cuál es su propuesta?

Marín: - Por las condiciones geográficas y de nuestras unidades de combate, se debe hacer una operación ofensiva de conjunto.

El presidente Prado conocía la calidad profesional del comandante Marín. Reunió esa misma noche al Estado Mayor en Palacio de Gobierno para deliberar la propuesta…el intercambio de opiniones duró toda la madrugada…

Presidente: - Comandante Marín, usted tenía razón, los generales Miñano y Monteza lo apoyan. A mi tampoco me convencían las disposiciones en el Norte. Como presidente del Perú le otorgo plenos poderes para que haga conocer de inmediato los cambios en el plan de operaciones al Comando en Piura y Tumbes.

- Comprendido Señor presidente.

Con el nuevo plan las armas peruanas alcanzaron la victoria en la batalla de Zarumilla el 24 de julio de 1941.

Restablecida la paz, Marín Arista se incorpora como catedrático en la Escuela Nacional de Ingeniería y es nombrado director de la Escuela de Aplicación de Ingeniería del Ejército ascendiendo al grado de coronel.

En 1943 funda el Colegio Militar Leoncio Prado del que es primer director. Aquí emplea modernos métodos de enseñanza basados en el razonamiento y la creatividad convirtiendo en pocos años al colegio militar en una institución de gran prestigio nacional. El sistema basado en el razonamiento antes que en la memoria aplicado en el Leoncio Prado fue el modelo para la reforma educativa en el país.

En 1945, después de su gran desempeño como director del Leoncio Prado fue designado como director de la Escuela Militar de Chorrillos y ascendido al grado de General de Brigada, eran los años de la post guerra mundial.

Conserje: - General Marín, en la línea está el presidente Bustamante y Rivero.

Marín: - Señor presidente.

En 1947, el general Marín fue nombrado ministro de Guerra. Durante su gestión impulsó la participación de la Ingeniería Militar en el Plan Vial Nacional creando unidades de construcción.

Una severa crisis política en el país ocasionada por grupos desestabilizadores llevó a connotados civiles y militares a complotar contra el legítimo gobierno.

Fernández: - General Marín, el país no resiste más. Necesitamos un nuevo liderazgo.

Marín: - Lo que necesitamos es que cada quien cumpla con hacer bien su propio trabajo para el progreso del país.

Fernández: - General Marín los aquí presentes lo apoyaríamos como nuevo presidente del Perú.

Marín: - ¿Qué dice usted señor Fernández? ¿Me propone que sea un traidor? Eso jamás. Yo soy un demócrata. La conversación ha terminado. Retírese de mi casa.

La crisis económica y social de los primeros meses de 1948 se prolongó sin visos de solución, hasta que en octubre de ese mismo año se produjo el golpe de Estado del General Manuel Odría.

Compañero de armas desde su juventud, el presidente de facto Odría le ofrece al general Marín que participe en el nuevo gobierno.

Marín: - Por mis convicciones democráticas y éticas declino participar.

Se rompió así una amistad de muchos años.

Coronel: - Mi general ¿cómo nos sacamos de encima al general Marín?

Odría: - Lo congelaremos encargándole el estudio de una nueva ley para la organización de las Fuerzas Armadas y la Defensa Nacional. Así no tendrá comando de tropas…

Coronel: - Excelente idea mi general… lo mantendremos ocupado…

Odría: - También limitaremos cualquier posibilidad de ascenso.

El general Marín, no desperdició la oportunidad y se puso a trabajar en la elaboración de un moderno plan de estudios sobre la Defensa Nacional y en la creación del Centro de Altos Estudios Militares – CAEM - del que fue profesor y primer director. Gracias a su liderazgo pudo convocar a prestigiosos docentes tanto peruanos como extranjeros. Las clases se inauguraron el 15 de junio de 1951.

Los alumnos del CAEM escucharían sus principales ideas sobre la defensa nacional y el desarrollo del país.

Marín: - “Estimados oficiales, la defensa nacional y el progreso del país no pueden oponerse, pues que son dos fines supremos que se alcanzan con los mismos medios”

“Una nación subdesarrollada es extremadamente vulnerable a amenazas internas y externas.”

Coronel: - General, ¿por eso es tan necesario el desarrollo económico y social para lograr la seguridad nacional?

Marín: - Exacto coronel. Las ideas se exponen, no se imponen. “No hay defensa sin desarrollo, ni desarrollo sin defensa”

Simultáneamente Marín Arista continuó como catedrático de la Universidad de Ingeniería, de la Academia Diplomática y como miembro de número de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

Durante todo el gobierno de Manuel Odría el general Marín no ascendería ni sería relevado como director del CAEM.

Nuevas elecciones en el país llevaron a la presidencia, por segunda vez, a Manuel Prado en julio de 1956. En diciembre de ese año, como un acto de desagravio, el general Marín Arista fue ascendido al grado de General de División, máximo grado militar, 32 días antes de su pase al retiro por límite de tiempo de servicios.

José del Carmen Marín Arista fue un maestro y visionario que no solo conoció muy bien la realidad peruana, sino que quiso transformarla para que todos los peruanos pudieran vivir en paz, con progreso y bienestar. Su trascendente obra en el CAEM sentó las bases para una propuesta doctrinaria de Seguridad, Desarrollo y Defensa Nacional acorde con la realidad del país.

Soy Luis Enrique Cam y esto fue Dicho en el Perú. Escucha otros episodios en www.dichoenelperu.pe o síguenos en nuestros canales de Spotify y Youtube.

“Las ideas se exponen, no se imponen”.


FIN

Guion y dirección

Luis Enrique Cam

Edición y musicalización

Cristóbal Paz

Caracterizaciones

Cristóbal Paz

Oswaldo Álvarez

Magali Luque

Agradecimiento

Asociación de Ingenieros Militares “Gral Div José del Carmen Marín Arista” y a la Promoción “Sargento Mayor Fermín Nacarino” (1974) de la Escuela Militar de Chorrillos.

Bibliografía

VARGAS VACA, Francisco (2014) “Marín, ejemplo a seguir”. Universidad Inca Garcilaso de la Vega, Lima.

TAYPE CASTILLO, Jaime (2017) “Pensamiento Marín: el más grande pensador militar” en Soldados pensadores militares del Perú. Instituto de Estudios Históricos del Ejército del Perú, Lima.

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