OCTAVA TEMPORADA
SEXTO CAPÍTULO
SAN JOSEMARÍA ESCRIVÁ
“"El trabajo es una oración”.
San Josemaría Escrivá.
Hola. Te saluda Luis Enrique Cam
Josemaría Escrivá de Balaguer nació en Barbastro, España, el 9 de enero de 1902, en el seno de una familia cristiana. A los 15 años recibió el llamado de Dios para seguirle de cerca e ingresó, un año después, al Seminario de Logroño. A los 26 años, siendo sacerdote y trabajando como capellán del Patronato de Enfermos de Madrid, fundó por inspiración divina, el Opus Dei, el 2 de octubre de 1928. Desde ese día predicó de modo incansable que toda persona debía encontrar a Dios en la vida ordinaria, en el trabajo, en la familia, el acontecer de cada día, así, nada es ajeno para la gloria de Dios y para el servicio de los demás.
Casi al final de su vida emprendió viajes por Europa y gran parte de América para transmitir su mensaje de amor de Dios. Miles de personas en grandes reuniones o en grupos reducidos escuchó su mensaje, a estas reuniones él prefería llamarlas tertulias, por el clima de confianza que reinaba.
Del 9 de julio al 1 de agosto de 1974 visitó el Perú y tuvo encuentros con cientos de personas de las más diversas situaciones sociales y familiares en Lima, Chosica y Cañete…
SJM: Me estáis escuchando muchas madres de familia, muchos padres de familia. Hay también gente joven. Queréis desde luego, llevar una vida cristiana, acercaros a Jesucristo cada día más. Y ¿sabéis cómo nos acercamos? Empleando los medios que Él ha puesto, que son el conocimiento de su doctrina, la oración y la frecuencia de sacramentos.
En Cañete, tuvo una reunión con familias en el auditorio del instituto tecnológico Valle Grande que brinda formación agraria a jóvenes de la región.
SJM: Bueno, yo estoy aquí predicándoos como el que echa el anzuelo con la caña, a ver si pica un pez. Yo creo que sería mucho mejor que vosotras o vosotros me dijerais de qué queréis que os hable. Vamos a ver, ¿no hay alguna persona que se anime a preguntarme alguna cosa, ¡eh! ¿Tú?
Señor: - ¡Padre!
SJM: - Dime hijo mío.
Señor: - Oiga padre, usted sabe que nosotros los cristianos vivimos alegres, pero por razones y dificultades que hay en la vida perdemos esa alegría. Muchos de nosotros, los hombres, recurrimos al licor, al trago, pensando compensar esa alegría. ¿Dígame usted, por favor, a qué medios debemos recurrir para poder vivir alegres como buenos cristianos?
SJM: Oye, hijo mío, si… cuando se encuentran dificultades en la vida, hay que ir al trago… yo, dentro de esta sotana, debía tener hectólitros de cerveza, porque he encontrado muchas dificultades, muchas, más de las que podéis suponer y doy gracias a Nuestro Señor por eso. Cuando se encuentran dificultades se va al dueño, al Señor que es Todopoderoso, y mejor a través de su Madre. Tú, a través de San José, que le hizo de padre nutricio, hizo las veces de padre del Señor Jesús en la tierra. Y le presentamos las dificultades, abrimos el corazón en la confesión y nos darán un buen consejo, y salimos decididos, ¡ánimo!, a dejar el alcohol y en cambio a tener el buen humor de la gracia de Dios.
Mujer: - Padre, mis vecinas se ríen de mí cuando ven que voy a misa.
SJM: - Oye, hija mía, no se reirá ninguna persona honrada de ti. Es una pena, si encuentras alguna que se ríe ¿eh?, se ríe también porque te tienen envidia, porque ven que tú estás ya en un plan de acercarte cada día más a la vida de Cristo y de vivir cristianamente. Tú no trates mal a nadie, trata bien a todas tus amigas, a todas tus compañeras, a tus vecinas, no te enfades con ellas, ten paciencia, y luego, habla con cada una a solas, de corazón a corazón, como una madre buena que habla con otra madre buena, pues no son malas las demás.
Mujer:- Gracias Padre.
En Lima, tuvo un encuentro en la actual sede del Centro Cultural de la Universidad de Piura en Miraflores. Josemaría Escrivá había impulsado la creación de la Universidad de Piura del que fue su primer gran canciller.
Mujer: - Padre, soy de Piura.
SJM= Nada menos. Yo tengo con Piura una deuda inmensa. La próxima vez que venga, si el Señor me da esa gracia, a esta tierra amadísima del Perú, lo primero que haré será ir a Piura.
Mujer: - Padre, lo esperamos pronto en Piura.
SJM: - Hija mía, yo en Piura estoy desde el primer momento. Amo la Universidad y amo a toda la población de Piura. Quiero con predilección al profesorado, a los estudiantes, a los trabajadores, a todos. Es una obligación mía…
Hombre: - Padre, una pregunta.
SJM: - Dime hijo mío.
SJM: - Soy argentino y estoy en el Perú trabajando. Y el estar lejos de mi tierra, aunque aquí lo reciben a uno con mucho afecto, y para un argentino, por lo menos, es difícil sentirse extranjero en el Perú, se me ha hecho muy presente el motivo de mi pregunta: ¿cómo hacer para vivir con obras y de veras, con sentido cristiano, el amor a la patria?
SJM: - Tú estás viviendo ese amor a la patria de una manera muy cristiana. Me has dicho que te encuentras muy a gusto en el Perú. A mí me sucede lo mismo; y es porque somos cristianos. Y...,porque somos cristianos y porque lo son los peruanos, y saben recibir con el corazón de par en par. Y yo no puedo menos de decirte, ellos no se enteran, no lo digo para que me lo agradezcan, que me encuentro como nunca, tan a gusto, tan a gusto. ¡Qué bien se está aquí!
JOVEN: - Padre, tengo varios amigos que se han dedicado al uso de las drogas, ¿qué puedo hacer para que dejen de consumirlas y vivan una vida limpia cara a Dios?
SJM: - Es una pena. Muchos no tienen la culpa; la culpa es de la ignorancia, de la debilidad, de las ocasiones, de las malas compañías. Tú procura, en primer término, no caer en cosas de ese estilo, sé amigo de ellos y ayúdales mientras puedas.
JOVEN:- He intentado pero no me hacen caso..
SJM: - Insistiremos en el sistema de siempre: no ir a deshacer un grupo entero; cógelos a solas, uno por uno, llévales a frecuentar los sacramentos. Sin frecuencia de sacramentos, no podrán salir adelante. Que acudan a un confesor fijo, a un sacerdote pecador como yo, que perdona en el nombre de Cristo. ¡Así cambiarán! Y luego, que pongan los medios huyendo de las ocasiones, no comprando esas porquerías… ¿De acuerdo?
Joven: Sí padre, gracias.
SEÑOR: - Padre, yo, al igual que muchos, trabajo en varias cosas. Al comenzar el día, ordeno en una agenda lo que voy a hacer, luego al llegar a la oficina, todo se desordena, comienzan los problemas que hay que resolver de inmediato. Al llegar la noche y revisar la agenda, veo que lo que había programado, se ha realizado muy poco y además estoy cansado ¿cómo se puede vivir el orden cuando el día se va complicando y cómo tener más presencia de Dios en éste sin querer desorden?
SJM: - Somos muchos los que tenemos que vivir en desorden. Hay que hacerse un horario mínimo y edificar el orden sobre el desorden. Lo que hay que hacer es tener tres o cuatro horas determinadas en el día para echar un vistazo de cómo va la presencia de Dios en tu jornada…
Señor: De acuerdo padre.
Somos muchos los que tenemos que vivir en desorden, y sobre el desorden se hace el orden. ¿Has visto como edifican en los terrenos?,
Señor: Sí padre, justamente soy arquitecto.
SJM: Entonces sabes bien, donde hacen un agujero y es polvo y piedras removidas, ¿verdad? Cómo meten a fuerza de golpes un pilar, y otro pilar, y otro, de concreto…Y después, sobre aquello, encima del desorden, sale el orden. Pues tú haz lo mismo en la vida espiritual y en la vida profesional y quédate tranquilo.
Señor: Padre, mi pregunta concreta es la siguiente: ¿qué significa el Opus Dei dentro de la Iglesia?
SJM: Opus Dei, el significado en latín, es operatio Dei, trabajo de Dios. Es decir, significa llevar a la gente a santificase en medio de la calle. El Señor ha dicho a todos que seamos santos, como lo es, perfecto, su Padre Celestial, y no lo ha dicho solo a los frailes, ni a las monjas ni a los curas; sino a ti también, y a aquélla y al otro y al de más allá, a todos… Y esto viene a decir el Opus Dei.
Señor: Padre, ¿en qué lugar podemos encontrar la santidad?
SJM: Hemos de santificarnos cada uno en nuestro sitio, cada uno a través del trabajo propio, hay que hacer el trabajo bien hecho, no se pueden hacer chapuzas. No sé si aquí se dice chapuzas ¿Cómo se dice?
Señor: - Criolladas, padre.
SJM: - ¿Criolladas se dice? Bueno, cosas mal hechas, ¡eh! Cosas mal hechas, donde no se pone el alma y la ilusión, Por tanto, nosotros hemos de poner ilusión, gusto…, en trabajar. Tú puedes ponerlo también porque de esta manera ganarás dinero y levantas la posición de los tuyos. Pero además por dar gusto a Dios. Además, porque el trabajo es una oración.
SJM = A ver tú, hija mía, aquella hija mía que está allí detrás.
Mujer:- Padre, quería contarle que hoy me caso….
SJM = ¿Dónde está tu futuro esposo?
Mujer: -Descansando, Padre, porque hoy llegó de viaje.
SJM= Oye, pues bueno, tú le dices que yo os quiero ya mucho, y que mañana en la Santa Misa haré un recuerdo especial cuando tenga al Señor allí delante en el altar, para que os haga muy felices, para que os queráis mucho y seáis muy dichosos. Pero te voy a decir lo que digo siempre a todos: Tienes que querer ya desde ahora los defectos de tu marido, ¿eh?, que tendrá alguno. Y él tendrá que querer los defectos tuyos, ¿eh? Si no, no lo quieres bastante, ni él a ti.
Mujer: - Gracias Padre. Hoy va a ser el día más feliz de mi vida.
SJM: = Enhorabuena, hija mía.
En Chosica tuvo varias tertulias. Aprovechando la claridad del día hizo referencia a la falta de vocaciones sacerdotales…
SJM: ¡No es posible que el Perú se quede sin sacerdotes, no es posible! Esto es el imperio del sol, pero debe ser del sol divino. Si vosotros os empeñáis con la gracia del Señor lo podéis lograr. Trabajar en el Perú y desde el Perú con muchos sacerdotes por toda América.
Hombre: Padre, el Señor nos tiene prometido el cielo…
SJM = Sí.
Hombre: … los cristianos lo anhelamos y luchamos para merecerlo. La pregunta es: ¿Qué podemos hacer para entender mejor el cielo, que es precisamente nuestra esperanza?
SJM= Oye, hijo mío, San Pablo dice…, que ni ojo humano vio, ni oído humano oyó lo que el Señor nos tiene allí en el cielo reservado: nos tiene todo su amor. Allí hay todo el bien con ausencia de mal. Todo lo bueno, lo grande, lo bello. Todo el color, toda la vibración, todo el aroma, y un amor sin traiciones, y un amor que no empalaga, un amor maravilloso. Todo Dios para ti solo, hijo mío. Y además te llevarás contigo a todos los tuyos, porque se ve que eres cristiano de los que tratan de conquistar el cielo; y estos cristianos no van solos nunca, se llevan a toda la familia. Adelante hijo mío. Bueno esta familia, esta familia pone punto final ahora.
Hombre: ¡Padre! ¡Padre!
SJM= ¿Qué hijo mío, sí, qué hijo mío? Perdonadme, pero cómo le diría que no a este hijo mío con esa cara de pícaro que me pone. Vamos a ver.
Hombre: Padre, en nuestro Perú tenemos dos grandes santos: Santa Rosa de Lima y San Martín de Porres. San Martín de Porres es un santo mulato, como yo. Padre, quisiera que usted nos hable respecto de la devoción de los santos.
SJM= Está siempre al día. No es verdad que en la Iglesia se enseñe ahora a no tener devoción a los santos. De modo que tenles devoción, ponlos por intercesores tuyos, que yo también los pongo. Sí señor, los dos que tú has dicho: Santa Rosa y San Martín, ¿cómo no? Tenles mucha devoción y mucho cariño.
Hombre: Eso haré Padre.
SJM = Y yo os doy las gracias a todos y ahora os voy a dar la bendición. Estamos todos caminando por la tierra, de manera que una bendición también para mí, que también camino por la tierra para ir al cielo, como decía este, este amigo nuestro:
Por intercesión de Santa María que tengamos buen viaje, que el Señor esté en nuestro camino, y que sus ángeles nos acompañen.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
Todos: AMÉN.
Menos de un año después, en la tarde del 26 de junio de 1975, Josemaría Escrivá falleció en Roma, ese mismo día había predicado en la mañana a un grupo de personas y celebrado la santa Misa. Su fama de santidad se expandió rápidamente por los cinco continentes. Su libro “Camino”, editado por primera vez en 1939, se ha convertido en un clásico de la espiritualidad católica con un total de 142 traducciones, incluido el quechua, siendo el cuarto libro más traducido del español a otros idiomas. Josemaría Escrivá fue beatificado el 17 de mayo de 1992 y canonizado por el Papa san Juan Pablo II el 6 de octubre de 2002. En la homilía dirigida a una gran multitud que atiborró la plaza de San Pedro el papa lo proclamó como “el santo de lo ordinario”.
Soy Luis Enrique Cam y esto fue Dicho en el Perú. Escucha otros episodios en www.dichoenelperu.pe o en nuestros canales de Youtube y Spotify.
“El trabajo es una oración”.
FIN
Dirección
Luis Enrique Cam
Guion
Luis Enrique Cam
Caracterizaciones
Cristóbal Paz
Oswaldo Álvarez
Edición y musicalización
Cristóbal Paz